Nuestro país, fue uno de los países del mundo, donde más
hospitales antituberculosos se construyeron. Probablemente esto fue gracias a
los climas españoles, sobre todo los de montaña y con frondosos bosques de
pinos, los cuales según muchos médicos de principios del siglo XX, ayudarían a
los pacientes a sanar de una de las grandes enfermedades de la historia, la
tuberculosis, que costó la vida a millones de personas en todo el mundo. Fue
una enfermedad prácticamente incurable hasta mediados del siglo XX con el
descubrimiento de la estreptomicina, la cual sanó a millones de personas. Antes
de este gran hallazgo, los enfermos eran enviados a estos sanatorios,
normalmente en zonas de montaña, de donde muchos no saldrían jamás.
Muchos de estos pacientes eran abandonados en estos inmensos
hospitales, para que nadie de la sociedad de entonces se percatara de que en la
familia había un enfermo de tuberculosis. Podemos decir que en muchos casos
eran enviados para morir. Para que os hagáis una idea, en 1920 se registraron
casi 38.000 muertes por culpa de la tuberculosis en España.
Los médicos y
enfermeras de entonces se veían completamente desbordados ante el elevado
número de pacientes que recibían a diario. Pese a que muchos, probablemente la
mayoría intentaron ayudar a estos enfermos, no había nada que pudieran hacer
para sanarlos de esta letal enfermedad. Lo único que podían hacer en aquel
entonces, era intentar aliviar su sufrimiento hasta que llegara el fatal
desenlace.
Debido a que no
lograban encontrar una cura, muchos médicos en pos de la medicina realizaron
numerosos experimentos con estos enfermos, aunque la mayoría de estos
experimentos, en vez de aliviarles su sufrimiento, lo empeoraban , ya que eran
auténticas torturas, tales como largas terapias de electroshock o hidroterapias
con agua congelada entre otras muchas atrocidades. Más que sanarles estas
terapias en muchos casos les llevaban a una agónica muerte.
Se calcula que en nuestro país se construyeron unos sesenta
y seis hospitales para tratar esta patología tan mortal. Con el descubrimiento
de la estreptomicina, estos grandes sanatorios dejaron de tener sentido y la
gran mayoría fueron abandonados a su suerte, ya que suponían gastos inmensos y
al estar normalmente lejos de las grandes urbes, no tenía ningún sentido
tenerlos en funcionamiento. En estos últimos años muchos, debido a su estado
han sido derribados junto a su historia, como es el caso del sanatorio de la
Atalaya en Ciudad Real o del Sanatorio Hispanoamericano en la Comunidad de
Madrid. Otros como el hospital del Torax en Tarrasa han sido rehabilitados para
otros fines. En los próximos años probablemente muchos de los que aun siguen en
pie, serán derribados o rehabilitados. La gran mayoría, por no decir todos de
los que aun aguardan su destino, han sido saqueados y destrozados por los
vándalos. El aspecto de todos estos grandes colosos, que en su día ayudaron a
los enfermos es bastante lamentable, debido a que en muchos ya no hay ninguna
señal de que en su día fueran un hospital.
Hoy vamos a inaugurar nuestro reportaje Noche de Hospitales
I, en el que os relataremos nuestras experiencias en estos lugares, que en su
día tuvieron tanta vida y que hoy están tan solos y abandonados. Generalmente,
los hospitales abandonados son lugares muy especiales para nosotros, ya que,
son los sitios donde probablemente hayamos obtenido más resultados positivos.
Esto se debe posiblemente a que todo ese dolor y ese sufrimiento que la gente
padeció allí, de algún modo sigue presente en estos lugares. Muchos de los que
ingresaron en estos hospitales, fueron con la esperanza de algún día llegar a
sanar de esa gran enfermedad que fue la tuberculosis, pero viendo que el tiempo
pasaba y que esa ansiada cura no llegaba y su estado empeoraba, muchos, estamos seguros, que perdieron esa ilusión y para acabar con su
sufrimiento decidieron quitarse la vida. Hay muchos sanatorios antituberculosos
abandonados en los que se sabe que esto fue así. El claro ejemplo lo
encontramos en Waverly Hills del que ya os hablamos y en el hospital del Torax
en Tarrasa, que llegó a ostentar el triste record de más suicidios en nuestro
país. Hoy en día probablemente nos cueste imaginarnos como tenían que ser estos
sitios, ya que, afortunadamente la tuberculosis ya no causa los estragos de antaño
pese a que sigue siendo una enfermedad letal en algunos lugares del mundo.
Para esta primera entrega os hablaremos de tres sanatorios
en particular, donde obtuvimos varios resultados, estos son el sanatorio del olvido,
el sanatorio del llanto ambos en la Comunidad de Madrid y el hospital
antituberculosos de Valladolid. Para preservarlos de los actos vandálicos,
nosotros no desvelaremos, la ubicación exacta de ninguno de los tres, para de
algún modo preservarlos de más actos vandálicos, aunque será muy difícil que no
ocurran más. Igualmente hemos cambiado el nombre de dos de ellos debido a que
son demasiado conocidos para mencionarlos. Si así podemos aportar nuestro
pequeño granito de arena para protegerlos, lo haremos sin dudar.
Al final de cada hospital os pondremos tres de las
psicofonías que hemos obtenido en los distintos sitios, nunca explicando, que
es lo que oímos nosotros para no influiros. Os recomendamos que uséis unos cascos para poder
oírlas mejor. Al final, del reportaje os escribiremos que es
lo que creemos haber oído nosotros. Las psicofonías las llamaremos psicofonía 1,
psicofonía 2 y así hasta psicofonía 9. Os recomendamos que no lo leáis hasta
que no hayáis sacado vosotros vuestras propias conclusiones sobre lo que se oye
o si oís algo.
El sanatorio del dolor
El primero del que vamos a hablaros en este reportaje es el
Sanatorio del Olvido, uno de nuestros lugares preferidos ya que, obtuvimos
bastantes resultados positivos. Este sanatorio que aguarda impaciente a que
algún inversor decida comprar el terreno, para posiblemente derribarlo, comenzó
a ser construido en 1940 para abrir sus puertas inicialmente en 1943.
Este es posiblemente el hospital del que os vamos a hablar
que menos tiempo sirvió como hospital antituberculoso, ya que, a mediados de
los años cincuenta con el gran descubrimiento de la estreptomicina fue
clausurado como sanatorio antituberculoso para convertirse en un hospital
militar.
Sanatorio del olvido |
El edificio cuenta
con cinco plantas en el edificio principal, las cuales sirvieron como
habitaciones en las tres plantas superiores mientras que las inferiores fueron
usadas como consultas y quirófanos. Al lado del edificio principal, hay otro
más pequeño que por su aspecto posiblemente sería para oficiales, ya que, tiene
pinta de ser mucho más lujoso que el edificio principal. Tras dejar de tener
utilidad para los militares, estos lo vendieron y los nuevos dueños decidieron
convertirlo en un centro geriátrico hasta el año 2002, cuando el edificio
comenzó a presentar señales de deterioro. Este fue el fin del sanatorio del
olvido, ya que fue clausurado para convertirse en el hogar de la fauna y algún
que otro mendigo. El edificio pese a haber pasado tan solo once años de su
clausura, parece que lleva abandonado décadas, debido a los numerosos actos
vandálicos realizados por las personas que no saben respetar estos sitios. Lo
que en su día sirvió para ayudar a los pacientes a sanar de sus patologías,
ahora solo es una auténtica ruina, redecorada por los grafiteros y saqueada por
los ladrones de cualquier cosa que pudieran vender en el mercado negro. Lo peor
de este caso es que no solo el edificio ha sido vandalizado, sino también ha
habido casos de vandalismo en el pueblo donde se encuentra, algo que por
supuesto, todos los integrantes de Errantia rechazamos. En este sitio hay varias leyendas de
apariciones, como las de un almirante en el edificio pequeño o la de una monja,
por los pasillos realizando cada noche el recorrido que haría en vida.
Nuestra experiencia en este sanatorio fue muy curiosa, ya
que, las dos veces que fuimos ocurrieron cosas bastante extrañas. Pero vamos a
detenernos en la primera vez que estuvimos en este sitio, debido a que fue la
más especial. Una de las sensaciones que invadieron a nuestro equipo en este
sitio fue la de que sentíamos como si alguien, de algún modo nos hiciera de
guía improvisado, diciéndonos en cada momento donde teníamos que ir. Esto fue
así desde el minuto uno de la investigación ya que pronto comenzaron las
sorpresas.
Sanatorio del olvido interior |
En nuestra segunda visita lo más destacable fue que en una
de nuestras cámaras, comenzó a fallar misteriosamente el sonido, algo que a
esta cámara no le ha vuelto a ocurrir nunca.
Esperemos volver pronto a este lugar que tantas sorpresas nos ha
deparado.
Psicofonía 1
Psicofonía 2
Psicofonía 3
El sanatorio olvidado
Psicofonia 2: “Aguanta… ya no aguanto”
Psicofonia 3: “Salid”
Psicofonia 4: “Yo pequé”
Psicofonia 5: “Prudente”
Psicofonia 6: “No hay pan…mulo”
Psicofonia 7: “Frio”
Psicofonia 8: “Estaba o estaban”
El sanatorio del llanto
No nos desplazamos demasiado lejos del sanatorio del olvido,
para conocer a nuestro siguiente protagonista, el sanatorio del llanto. Este es
otro lugar bastante misterioso en el que hemos obtenido diversos resultados, no
del mismo modo que en el anterior pero también cosas bastante curiosas. Este
inmenso edificio probablemente se construiría poco tiempo después de la Guerra
Civil, seguramente principios de los años cuarenta como hospital antituberculoso.
Este sanatorio tiene la particularidad de ser el más grande de los tres de los
que os vamos a hablar en este reportaje.
También seguramente sea de los más
enormes construidos en nuestro país. Cuenta con cinco plantas extremadamente
largas. Se calcula que la construcción tendrá más de 3000 metros cuadrados.
Sanatorio del llanto |
El sanatorio del llanto tuvo que tener una historia bastante
curiosa debido a que durante todos sus años de existencia, tuvo que acoger a
miles de pacientes, tanto en su tiempo como hospital antituberculoso como en su
tiempo de psiquiátrico, desconocemos las habitaciones que tuvo que tener, pero
probablemente el número oscile en las 400 habitaciones.
Como le pasó a todos sus hermanos en España, con la llegada
de la estreptomicina, esta gran mole dejo de tener sentido, pero a diferencia
de muchos fue rehabitado y convertido en un hospital psiquiátrico hasta su cierre
a mediados de los años noventa. Este sitio intento ser rehabilitado para otros
usos, pero finalmente solo se procedió a la demolición del interior.
Actualmente los únicos testigos de lo que aquí tuvo que vivirse son las cuatro
paredes exteriores y los suelos entre las plantas. Cada planta ha sido
convertida en un auténtico solar. Cuesta imaginarse que esto fuera un hospital
hasta hace casi dos décadas.
Como le pasó al anterior protagonista el sitio ha sido
completamente pintarrajeado y saqueado, las pocas cosas que pudieran quedar del
sanatorio han sido saqueadas ya hace muchos años. Lo único que nos dice que
esto fue un sitio donde cada día se realizaban muchas coladas son sus inmensas
lavadoras industriales y estas porque no pudieron llevárselas, sino también lo
habrían hecho y no estarían ya. El estado de este sitio es considerablemente
peor al anterior, ya qué en algunas plantas hay auténticos agujeros en el suelo
y en los huecos de ascensor.
Es un sitio que podemos decir que las energías que habitan
en el no son demasiado positivas, debido a que ha sido usado para realizar
numerosos rituales de corte satánico. Esto podemos afirmarlo ya que, podemos
ver numerosos símbolos demoníacos e incluso en algunos sitios restos de misas
negras. Este es de los tres sanatorios probablemente el más oscuro de ellos.
Personalmente puedo afirmar que yo mismo tuve que irme de allí una vez como
alma que lleva el diablo, ya que en lo que sería el salón de actos, vi a
varios sujetos realizando una misa negra, preferí como es lógico, no averiguar
más.
Muchos han afirmado haberse encontrado aquí con dos
espíritus en concreto, uno sería el de una niña en búsqueda de un compañero de
juegos y el espíritu de una anciana enfurecida. Nosotros no vimos nada de otro
mundo en nuestras investigaciones en este lugar.
Supongo que cada hospital tendrá sus
distintos fantasmas, el único que se repite en casi todos estos sanatorios es el de una enfermera de la muerte que camina
por sus pasillos portando una enorme jeringuilla, buscando a quién matar.
Sanatorio del llanto |
En cuanto a lo que es la investigación, aquí hemos obtenido
varios resultados psicofónicos y varias sensaciones no demasiado positivas
debido a lo que comentábamos antes, el sitio de algún modo ha quedado
impregnado de todos los oscuros rituales que se han tenido que celebrar aquí.
Es un sitio al que con casi toda seguridad iremos más de una
vez, ya que, estamos seguros de que este viejo coloso tiene aún muchos secretos
y sorpresas que no hemos logrado encontrar aún. ¿Quién sabe si algún día
llegaremos a encontrarnos con la niña o con la anciana, que muchos dicen haber
visto?
Psicofonía 4
Psicofonía 5
Psicofonía 6
El sanatorio olvidado
Dejamos la Comunidad de Madrid y viajamos hasta tierras
castellanoleonesas donde nos encontramos con el hospital antituberculosos de
Valladolid, situado a unos doscientos kilómetros de Madrid y que ha sido el
último hospital en el que el equipo de Errantia ha estado investigando. Este
inmenso sitio, nada tiene que envidiarle a los dos anteriores, ya que, como los
sanatorios de los años treinta o cuarenta también es inmenso, probablemente
algo más pequeño que el Sanatorio del llanto.
Este podría contar con unas 350
habitaciones, donde los pacientes intentaban sanar de la tuberculosis. Este fue
probablemente el primer hospital antituberculosos, construido en Castilla y
León y que lo convirtió en un referente en la lucha contra esta enfermedad.
Este es el único de los sanatorios de los que ya os hablamos en el que todavía
podemos ver esos enormes balcones en los que los enfermos eran colocados para
respirar el aire fresco de la zona.
Hospital antituberculosos de Valladolid |
Hasta que no se construyeron más de estos sanatorios, en
Castilla y León muchos enfermos de tuberculosis castellanoleoneses seguramente
fueron ingresados en este sitio, llegando este a estar completo en más de una
ocasión. Desconocemos el número exacto de personas que aquí estuvieron, al
igual que tampoco conocemos el número exacto de fallecidos. Parece como que la
historia de algún modo ha intentado ocultarnos todos estos datos, como si
quisiera ser olvidada.
Al igual que le pasó a sus hermanos madrileños, con el
descubrimiento de los antibióticos que curaban la tuberculosis, en 1963 se vio
obligado a colocar el cartel de cerrado, para caer durante unos cuantos años en
el olvido. Cuando las autoridades de la
época decidieron darle una nueva oportunidad, lo convirtieron en un internado
para niños que necesitaban ayuda especial. Otros creen que el sitio se
convirtió en un internado para hijos de militares.
Así permaneció hasta la década de los ochenta o noventa,
cuando debido a su deterioro, causado por el tiempo, tuvo que cerrar sus
puertas para no volver a abrirse jamás.
El equipo de Errantia se vio atraído por las numerosas
leyendas que se contaban de este lugar y por eso una fría pero soleada mañana
de noviembre decidimos acercarnos hasta este sitio, para averiguar que había de
real en estas historias de fantasmas que muchos aseguraban que habían vivido
entre sus paredes.
La verdad que la investigación a excepción de algunos
momentos se desarrolló con mucha tranquilidad, a excepción de en algunos
momentos de ella.
Los dos momentos más tensos que vivimos allí fueron cuando en cuestión de no muchos
minutos, vimos como dos de nuestros detectores de luz saltaron, sin que ninguno
de nosotros los activara. Por lo demás fue bastante relajada. En una de las
pruebas diurnas con la Spirit Box obtuvimos varias respuestas, que allí sobre
la marcha consideramos bastante curiosas.
Hospital antituberculosos de Valladolid interior |
Debemos reconocer que nos marchamos ligeramente
decepcionados con los resultados obtenidos, ya que al tratarse de un hospital,
en el que seguramente muchos hubieran perdido la vida, pensamos que deberíamos haber tenido más
suerte.
Las sorpresas llegaron cuando comenzamos a analizar todo el
material obtenido durante nuestra visita al hospital antituberculosos de
Valladolid. Durante este análisis nos encontramos con varias psicofonías,
las cuales nos sorprendieron gratamente. Igualmente y debido a que la caja de
espíritus realiza barridos de frecuencia muy rápidos, pudimos escuchar que
habíamos tenido muchas respuestas que solo oímos al escuchar los audios y ver
los vídeos tranquilamente en nuestro ordenador y muchas de ellas también
tenemos que decir que fueron inteligentes.
Por lo tanto este sitio volverá a ser visitado por nuestro equipo con
casi toda seguridad.
Psicofonía 7
Psicofonía 8
Psicofonía 9
Esperamos que este reportaje os guste tanto como a nosotros nos ha gustado
hacerlo. En España existen todavía muchos hospitales y sanatorios abandonados
que no hemos visitado todavía, pero que seguro que visitaremos en las próximas
fechas, para traeros más reportajes de
Noche de hospitales.
Para terminar solo tenemos que decir que los hospitales,
tanto los visitados, como los no visitados esconden muchos secretos y misterios
que esperamos descubrir en futuras visitas. Igualmente siempre intentaremos
ayudar o al menos intentarlo, a todas estas energías que esperan impacientes
entre las destrozadas paredes a que alguien las ayude a alcanzar su eterno
descanso.
Interpretación de psicofonías Errantia:
Psicofonia 1: “Peón”
Psicofonia 2: “Aguanta… ya no aguanto”
Psicofonia 3: “Salid”
Psicofonia 4: “Yo pequé”
Psicofonia 5: “Prudente”
Psicofonia 6: “No hay pan…mulo”
Psicofonia 7: “Frio”
Psicofonia 8: “Estaba o estaban”
Psicofonia 9: “Algo pasado o algo ha pasado”
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