Navegando por la red siempre en busca del misterio, para
daros a conocer algunos casos reales me he topado con uno bastante
escalofriante, del que estoy seguro que algo habréis oído alguna vez, este es
el caso de Anneliese Michel. Quizás este nombre no os diga nada y os suene más
una película bastante taquillera de terror, el exorcismo de Emily Rose. Pues
bien, esta película está basada, claro siempre con la dramatización habitual de
Hollywood, en hechos reales. En esta historia que os traeremos a continuación
una chica de 24 años falleció tras ser
víctima de una posesión demoníaca y practicársele varios exorcismos.
Annalisse Michel antes de los sucesos (Photo found online) |
Anneliese nació en Baviera en Alemania en 1952 en el seno de
una familia muy católica de clase media. Su vida era la típica vida que
cualquiera de nosotros hemos podido tener en nuestra infancia hasta los
dieciséis años, cuando cambió drásticamente. Annaliese empezó a padecer ataque
epilépticos muy severos.
Tras consultar a varios psiquiatras, su familia decidió
ingresarla en un centro psiquiátrico, donde fue diagnosticado que padecía epilepsia, la cual le hacía tener esas
convulsiones y esos temblores que la impedían llevar una vida normal. Annalisse
permaneció ingresada allí durante un tiempo, pero tras salir logró terminar sus
estudios y matricularse en la universidad, parecía que todo estaba controlado.
Desgraciadamente no duró así mucho tiempo, ya que comenzó a
ver terribles caras demoníacas y a aborrecer cualquier símbolo cristiano, ella
ya empezó a pensar que podía estar poseída por algún ente diabólico. Incluso
llego a decírselo a sus médicos en una ocasión, ellos no vieron nada
sobrenatural y seguían pensando que su enfermedad era más terrenal.
Poco a poco ella fue perdiendo la fe en sanar con un
tratamiento médico, ella estaba convencida de que algo maligno la atormentaba. Pese
a todo esto intentó seguir estudiando su carrera universitaria hasta que los
ataques se volvieron cada vez más violentos y las pesadillas y voces diabólicas
iban en aumento. Ella ya lo tuvo claro, creía que estaba poseída.
Sus padres decidieron cortar drásticamente su tratamiento
psiquiátrico y acudieron a unos sacerdotes para que exorcizaran a su hija. En
un principio los religiosos no encontraron nada que les asegurara que la joven
estaba poseída por un demonio y rechazaron la demanda para realizarla un
exorcismo. Llegados a este punto hay que
decir que en todos los supuestos casos de exorcismo, la iglesia exige que se
cumplan varios factores que son, la xenoglosia que es poder hablar idiomas
jamás estudiados, el titanismo que consiste en tener fuerza sobrehumana para la
complexión de esa persona, aversión hacia lo sagrado o conocer cosas no
estudiadas entre otras muchas. Ellos al
igual que los médicos lo atribuyeron a algún tipo de trastorno mental.
La familia Michel desesperada porque el estado de su hija
iba cada vez a peor, decidieron acudir a su párroco de toda la vida quien
estuvo estudiando a Annalisse durante varios meses. Tras un tiempo de disputas,
el religioso finalmente consiguió convencer al obispo de que la joven de 23
años en este momento se encontraba poseída por alguna fuerza demoníaca. El
obispo autorizó finalmente el exorcismo en julio de 1975. Este exorcismo fue
llevado a cabo por dos sacerdotes.
Las pruebas que terminaron por convencer al obispo fueron
tales como que la joven rompía cualquier símbolo cristiano y se negaba a comer nada que no fueran
insectos. Ya estaba claro, la joven se encontraba poseída por algún ente
maligno.
Sin perder el tiempo los religiosos comenzaron a realizar el
exorcismo según el “Rituale Romanum”, el ritual de exorcismo vigente de la
iglesia del siglo XVII. En las primeras sesiones, en las que estuvieron con Annalisse,
pudieron ver que la chica no estaba poseída tan solo por un demonio sino por
seis a los que incluso llegaron a identificar. Estos eran Lucifer, Caín, Judas
Iscariote, Nerón, Hitler y Fleischmann un sacerdote enviciado del siglo XVI. A
parte de estos los exorcistas también dictaminaron que la joven también estaba
atormentada por varias almas malditas.
Los exorcismos duraron más de de nueve meses, en sesiones de
una o dos sesiones semanales, durante los cuales no pudieron hacer nada por
liberar a la joven de las garras del maligno. Según los testigos, la joven
mostraba tanta fuerza, que tuvo que ser sujetada por varios hombres e incluso
encadenada en alguna ocasión.
Todo terminó el 1 de julio de 1976, con la muerte de Annalisse,
que murió pesando solamente 30 kilos y con la cara completamente cambiada.
Según los que presenciaron este fallecimiento, las últimas palabras de la joven
fueron “Tengo miedo” y “Rogad por el perdón”.
Annelisse el día de su muerte (Photo found online) |
En la autopsia llevada acabo tras la muerte los forenses
dictaminaron que Annalisse había muerto por deshidratación y desnutrición.
Tras estos hechos los padres de la joven y los sacerdotes
fueron arrestados y acusados de homicidio por negligencia. En el juicio se
presentaron más de 40 audios del exorcismo que como podréis ver en el video
adjunto encontrado en youtube, son bastante desgarradores por lo que si os
consideráis muy sensibles, no os recomendamos que lo veáis. Esta es solo una
parte del audio.
El veredicto final condenó a los cuatro acusados a seis
meses de cárcel y a tres años de libertad condicional. También dicen que los amigos y familiares de la
joven mientras duró toda esta pesadilla pudieron ver cosas casi imposibles de
creer como sombras o cruces cayéndose.
El caso permaneció en el olvido hasta el año 2005, con el
estreno del Exorcismo de Emily Rose. Ninguno de los ahí presentes ha vuelto a
declarar nada al respecto sobre este supuesto caso de posesión y su posterior
exorcismo.
Hoy en día muchas personas siguen creyendo que esto fue real
y que la joven realmente estaba poseída, mientras que otros tantos siguen
asegurando que esto fue un asesinato en toda regla y que nada de esto fue real.
Cada uno es libre de tomar sus propias conclusiones, nosotros no hemos limitado
a divulgar este caso, que en su día levantó tanto revuelo.
Víctor H. S.
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