El Tórax, como podéis imaginar ha sido visitado, por
muchísimos grupos de investigación paranormal, curiosos y lamentablemente
vándalos y grafiteros, que se han encargado de deteriorar el edificio. Pero
bueno centrémonos, en lo que nos interesa, alguna de las investigaciones que se
han hecho en el antiguo sanatorio, por ejemplo Pedro Amorós con el S.E.I.P, Francisco Recio,
grupo UFO, Luis Mariano Fernández, Juan José Vallejo, y un largo etc. de
investigadores. Pero si hubiera que destacar alguno en especial por la cantidad
de horas pasadas allí dentro y por todas las pruebas realizadas, sin duda
seria Miguel Ángel Segura, el cual ha
acudido con distintos medios de comunicación como Cuarto Milenio, Milenio 3,
Callejeros Viajeros, Radio Nacional de España entre otros… y a realizado
pruebas de todo tipo en todas las plantas y zonas del recinto.
Hospital del Tórax (Photo found online) |
Miguel
Ángel a recorrido cada planta, cada pasillo, cada habitación, cada estancia de
ese hospital, tanto acompañando a otros grupos e investigadores, como en la más
absoluta soledad de la noche. Ha conseguido grabar cientos de psicofonias,
respuestas inquietantes con el tablero de la ouija, una multitud de anécdotas y
situaciones que no dejarían indiferente a nadie.
Hospital del Tórax (Photo found online) |
La
gran mayoría de investigadores coinciden en la extraña sensación de inquietud
que trasmite el lugar, incluso gente experta y curtida en mil batallas como
Francisco Recio y Juan José Vallejo han padecido extraños fallos en sus equipos
de cámaras y de grabación. Incluso operadores de cámaras de algunos medios de
comunicación y de las distintas películas que se han grabado allí, comentan la
gran cantidad de veces que han sufrido problemas en sus equipos, con extrañas descargas repentinas en las baterías
que usaban recién cargadas.
Parece como si de alguna manera, sea lo que
fuere que allí se manifiesta, es capaz de “absorber” la energía de distintos
equipos electrónicos y utilizarla para manifestarse en forma de psicofonía, o
movimientos de objetos.
El hospital del Tórax como ya habéis podido ver, es un sitio
gigantesco y siniestro, que por supuesto ha servido también para que se rueden
ahí distintos largometrajes incluso de Hollywood, en algunos de los rodajes
ocurrieron cosas extrañas….
Desde
hace ya varios años el Hospital del Tórax forma parte del llamado “Parc
Audiovisual de Catalunya”, donde algunas
importantes productoras utilizan sus instalaciones como estudios de rodajes
para la grabación de series, películas o documentales.
Algunas
de las películas que se grabaron aquí fueron, “Frágiles”, “Los Sin Nombre”,
“Ouija”, y “La Monja ”, todas ellas
producciones españolas. El cine internacional también lo uso con las películas
“El Maquinista” y “Sesión 9”
Según cuentan miembros del equipo técnico de las
filmaciones, ocurrían algunos hechos inexplicables, ascensores que se activaban
solos, cambios bruscos de temperatura, material del equipo técnico fallaba sin
causa aparente, sensaciones de sentirse continuamente observado, tal era la “psicosis”
que según declaró el propio Jaume Balaguero, director de los largometrajes
“Frágiles” y “Los sin nombre” declaró que: los actores “iban al baño de dos en
dos porque tenían miedo”.
Juan Pedro Ortega, director de la película “Ouija” declaró que durante el rodaje allí se produjeron todo tipo de fenómenos extraños, incluso uno de los miembros del equipo sufrió un accidente en moto similar al de uno de los personajes de la propia película, ¿coincidencia? Montse Mostaza actriz de la propia película, declaró que a pesar de no creer en la existencia de fenómenos paranormales, el lugar le transmitía una sensación de incomodidad.
Hospital del Tórax (Photo found online) |
Juan Pedro Ortega, director de la película “Ouija” declaró que durante el rodaje allí se produjeron todo tipo de fenómenos extraños, incluso uno de los miembros del equipo sufrió un accidente en moto similar al de uno de los personajes de la propia película, ¿coincidencia? Montse Mostaza actriz de la propia película, declaró que a pesar de no creer en la existencia de fenómenos paranormales, el lugar le transmitía una sensación de incomodidad.
Luis
De Madrid, director de la película “La
Monja ” confesó públicamente que jamás volvería al lugar, pues allí fue
testigo de sucesos extraños.
Otras
producciones menos conocidas, también se encontraron en este lugar con lo
imposible y les ocurrieron cosas que a día de hoy no pueden explicarse, como
extrañas sensaciones o incluso descargas de equipos de rodaje.
En este caso el mito superó a la ficción y algunas de las
personas del cine se toparon con lo
imposible…
Llegados a este punto del reportaje, ha llegado el momento más
interesante, el de las entrevistas a cuatro personas, que de algún u otro modo
han estado relacionadas con el sanatorio y como parte de este reportaje,
nuestro compañero Víctor Fernández realizó una serie de entrevistas a cuatro
personas que conocen perfectamente todos los entresijos del Hospital del Tórax.
Son cuatro testimonios bastante buenos de los misterios que esconde este mágico
lugar. A nuestros cuatro amigos, que nos dejaron sus testimonios y experiencias
sobre el Hospital del Torax les estamos totalmente agradecidos por compartirlo
con nosotros. Estos son Sebastia D´Arbo, uno de los iconos del misterio en nuestro
país, Josep Guijarro otro de los iconos
del misterio de España, Miguel Ángel Segura, el investigador que probablemente
mejor conoce este hospital y Sara del blog Forgotten and Magic Places, uno de
los blogs más interesantes de urbex (exploración urbana) de la red.
La primera entrevista que vamos a publicar es la de Sebastia
D´Arbo, que incluso llegó a estar ingresado en el sanatorio del Torax, para
tratarse una bronquitis asmática y posteriormente ir a investigarlo.
Uno de los temas sobre los que más se han hablado respecto
al hospital del Tórax han sido los suicidios y es verdad que hubo muchos pero
según nos contó D´Arbo era porque sufrían mucho. Esto nos dijo:
“No, no había tantos el día a día era depresivo
porque todo el mundo estaba muy malo por el tema de los pulmones con malatías
incurables. La penicilina la empezaron a tratar en España y fue cuando la gente
comenzó a curarse pero estas enfermedades eran mortales. La gente vivía tres
meses entonces que pasaba, que en
principio había la creencia por parte de familiares que era contagiosa entonces
como era contagiosa no iban a visitarles los dejaban allí aislados y no iban a
verlos y entre que se sentían solos y que estaban muy mal, pues a veces sufrían
mucho y había una galería abajo llamada “la jungla” donde se tiraban hacia abajo, pero ellos lo hacían por sufrimiento porque
muchas de estas enfermedades al ser de pulmón les provocaba un ahogo. El pulmón
se iba llenando de agua y sentían que se ahogaban y que no acababan de salir estaban solos lo
pasaban muy mal y claro pensaban que yo me tengo que ir de aquí como fuera.”
Habiendo visto el trato que sufrieron otros enfermos en
otros hospitales también decidimos preguntarle sobre cómo era el trato en el
Hospital del Tórax, a lo que él nos contestó que mientras hubo monjas en el
sanatorio, estas daban “un trato
espiritual y cordial” y que cuando
vinieron las enfermeras profesionales
este trato fue un poco más “distante y
frío”. D´Arbo también nos contó que
“al irse las hermanas”, todo fue
“diferente” y que el hospital empezó a “decrecer en actividad y deteriorándose
en todos los conceptos y al final acabó enterrándose”
Nuestro compañero Víctor, junto a Sebastia D´Arbo |
Nuestro amigo Víctor Fernández, también le preguntó sobre si
vivió ahí algún tipo de fenómeno paranormal a lo que él nos contestó:
“No los fenómenos es a posteriori ya estando
cerrado es cuando hemos ido a hacer fotografías y grabaciones que se graban,
bueno se grababan en distintos pisos tercer piso cuarto piso en el segundo piso
encontramos muchos historiales médicos abandonados, era algo inaudito, este
hospital lo abandonaron de golpe de la mañana a la noche desparecido, hoy está
abierto y mañana ya no lo está y dejaron muchas cosas abandonadas incluso
probetas material médico, había absolutamente de todo. Estaba todo impregnado
había una infestación que se podían grabar gritos, susurros, angustias,
sufrimiento e incluso luces fosforescentes por los pasadizos”
Sebastia D´Arbo, cuando estuvo hace unos años en Cuarto
Milenio, explicando su vivencia, contó la leyenda de la enfermera de la muerte,
nosotros también quisimos saberla, esto fue lo que nos habló de esta leyenda:
“A ver en realidad
ella no iba a matar a nadie aunque la imagen es que mataba a la gente pero ella
iba a salvar como he dicho antes la gente del pulmón lo pasa muy mal porque se
ahogan entonces cada uno está en su cama por la noche, esto ocurría por la
noche, entonces cuando se ahogaban y no podían respirar, porque el pulmón se
llena de agua y llega un momento que no pueden respirar y tienen que sacártela
con una aguja hipodérmica enorme que te clavaban por la parte de atrás en la
espalda . Cuando los que no podían dormir veían por la noche que apretaban un
botón y se encendía un botón rojo para que fueran. La enfermera enseguida iba
con la jeringa y la impresión es que le iban a matar y no le iban a matar le
iban a sacar la baba solo que a veces morían o al día siguiente ya no llegaba pero vinculaban la actuación de la enfermera
con que le mataban no. Al contrario iba a ayudarle pero lo que pasa es que a
veces no se podía. Yo he visto personas a las que iba a saludar “hola” y
estaban en una silla de ruedas sentados
y cuando les toqué ya estaban fríos, estaban muertos. A veces no te
dabas cuenta y morían por ahogo. Uno que muere por ahogo muere sin gritar, es una
muerte muda.
Unos morían así otros
pensaban me moriré mañana, me voy a tirar y se tiraban. Fue el hospital con el
más alto indicio de suicidios de España. La gente se suicidaba por no sufrir
más. Era una obsesión tenían una paranoia
de que la muerte les llamaba”.
Realmente el testimonio de Sebastia D´Arbo, es
impresionante, ya que él ha vivido las dos facetas posibles, tanto la de estar
ahí dentro, como la de investigar este siniestro lugar. Ahora vamos a pasar de
una persona que estuvo durante algún tiempo a una persona, que conoce este
sitio, probablemente mejor que ninguno, Miguel Ángel Segura, que pasó más de
cuatro años investigando este lugar, pero sin embargo el preguntamos por lo que
sintió y como fue su primera experiencia y esto nos relató:
“Mi primer recuerdo
es fascinante porque es un lugar que tengo relativamente cerca de casa, 5
minutos en coche, es un edificio gigantesco. Es el sitio que a todo
investigador que está empezando como era mi caso en aquel momento, pues le
encantaría investigar y ya no solamente investigar sino el hecho de entrar
dentro y poder experimentar. Yo recuerdo que había estado fuera, en las casas
que hay fuera en la iglesia pero no había conseguido entrar nunca al edificio y
el día que pude hacerlo uno de los vigilantes me dijo que había un agujero
detrás que tuviese cuidado bueno pero que podía entrar. Fue increíble porque
sentí sensaciones muy extremas en el … es decir cuando yo vi ese agujero miré
dentro y era todo oscuridad ventas puertas, todo estaba enladrillado a parte
había una especie de escenario un doble techo un doble suelo, tenías que pasar gateando unos 20
metros estaba todo lleno de cristales y de basura. Recuerdo que me puse
linterna pequeñita en la boca y empecé a gatear por allí y bueno la sensación
que yo tuve al estar allí dentro fue una mezcla de todo ilusión, entusiasmo,
una alegría tremenda por poder estar al fin en el sitio que yo quería y luego
también la sensación que me transmitió ese lugar totalmente oscuro, un pasillo
largo se mezcló un poco todo.”
Nuestro compañero Víctor junto a Miguel Ángel Segura |
Cuando pensamos en el Hospital del Tórax, pensamos que debe
ser un lugar donde podemos oír de todo y así era, como nos dijo Segura ellos
han oído “voces en directo”, pero
que al principio eran “bastante más
fiables”, debido a que cuando el sanatorio salió en distintos programas de
televisión “aquello parecía las
Ramblas”, ya que según nos contó “ya
no se sabía si las voces eran de alguien que estuviera en otra parte del
edificio”, pero que al principio eran “más
fiables”.
El investigador catalán, ha realizado numerosas sesiones de
ouija en el Hospital del Tórax, entablando comunicación con varios entes, pero
sobre todo una, Petra, con la que contacto bastantes veces durante sus investigaciones en este
gigantesco sanatorio. Así nos relato sus
comunicaciones con este ente del que incluso él y sus compañeros llegaron a
saber hasta como se movía:
“Era curioso porque
llegamos a conocerla de la forma que se movía, se desplazaba muy rápido por el
tablero, frenaba en seco sobre las letras
es decir era una forma muy característica y nosotros llegamos en
ocasiones a saber si era verdad o no que era Petra la que se comunicaba porque
entidades o como queramos llamarle o lo que se comunicaba allí en ocasiones te
quería engañar y decía que era Petra cuando no lo era”. Esto fue una de las
cosas que más me impacto a mí personalmente al leer sus libros sobre sus
investigaciones en el Tórax, ya que pienso que Petra de algún modo, se sentía
muy ligada a Miguel Ángel y sus compañeros y por eso les daba geniales sesiones
de ouija. ¿Querría acaso Petra algo de ellos?
Otro de los temas del que el investigador catalán habló a
nuestro compañero Víctor, fue de la leyenda de supuesto tráfico de órganos y de
experimentos médicos en el sanatorio, sobre lo que dijo que él “no había conseguido ninguna prueba de que
fuera cierto”, pero también añadió que era “una posibilidad bastante probable”.
Una de las preguntas que muchos investigadores nos hemos
hecho sobre el Hospital del Tórax, ha sido si hubo tantas muertes ¿Dónde
estaría la morgue? Esto fue lo que nos respondió asegurándonos que él “no la había encontrado”:
“No de hecho yo tenía
bastante amistad con los vigilantes que había antes allí y nos propusimos
buscarla y encontrarla y no llegamos nunca a saber dónde está. Yo creo e intuyo
que tiene que ser en el patio en la jungla
al lado de la capilla una a la izquierda que da para la zona de la
Pineda y otra para la zona de la derecha, creo que puede ser la zona de la
derecha en la puerta que está tapiada porque en el año 2003 en el sótano, en el
sótano supongo que estaría la morgue sustrajeron un feto conservado en formol
eso salió en el diario de Tarrasa, un chaval de 16 años en plan de gamberrada
se lo llevó y en un campo de Matadepera
lo tiró y lo encontraron, entonces tapiaron lo que era el sótano y yo
supongo que allí estaría la morgue“.
La verdad es que este lugar, nos fascina a todo el equipo de
Errantia, ya que algunos de nosotros
hemos estado allí, como luego relataremos y el sitio no para de depararnos
sorpresas, da la sensación que este sanatorio actúa como un imán para todos
nosotros y nos invita a conocer otro testimonio, el de Josep Guijarro, otra
persona que conoce perfectamente este hospital, ya que tuvo a un familiar que
fue atendido en este lugar y posteriormente tuvo el placer de recorrerlo,
estando ya abandonado.
Guijarró nos comentó que él había ido hasta el viejo
sanatorio “en varias ocasiones”, con
distintas personas, entre ellas nuestro anterior protagonista Miguel Ángel
Segura o la SEIP (Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas). Nos
contó que su interés por este sitio nació “a
mediados de los años ochenta”, cuando el director de cine Jaume Balagueró “comenzó a utilizar el hospital como plató”.
Aseguró que cuando él acudió la primera vez “como periodista” a la rueda de prensa del cineasta con motivo de
la película de los Sin Nombre, preguntaron a
Balagueró “si había ocurrido
alguna historia durante el rodaje”.
El periodista nos dijo que “Jaume Balagueró fue quien abrió la espoleta porque refirió
efectivamente varios de los actores que iban al rodaje habían sabido crear un
clima de tal nivel de sugestión que la verdad tenían dificultades para
concentrarse o para conseguir el efecto les daba miedo y ese ambiente sugestivo
en mi opinión es el que pone en marcha todo lo demás porque es verdad y eso si
está documentado que se han encontrado desde un feto a miembros amputados como
los propios historiales que hasta el año pasado que es la última vez que estuve
en el Hospital del Tórax en la novena planta tu podías encontrar historiales
médicos” Sobre este tema de los historiales médicos Guijarro afirmó que era “gravísimo” y que esto unido “a
la experiencia de los actores, despertó el mito”.
Otra de las cosas que destacó durante la entrevista fue que
con todo esto la gente se colaba, esto fue lo que nos dijo: “Es muy
fácil que después la gente, que va a hacer experiencias psíquicas de noche que
saltan la valla porque el acceso está denegado saltan la valla para hacer
psicofonías o hacer ouija o cualquier experiencia de tipo más espiritista que parapsicológico
consigan el mismo nivel de sugestión que consiguieron los actores de los Sin
nombre de las muchas películas que se han grabado allí y eso haya podido
despertar el mito, porque yo considero que es un mito.
Nuestro compañero Víctor junto a Josep Guijarro |
Yo recuerdo que una
de las primeras veces estando además con
Miguel Ángel Segura estábamos en la capilla del hospital, además era otoño
estaba todo el suelo lleno de hojas , además la luz era una luz muy especial.
Era un clima muy sugestivo y justo pocos minutos antes de poner la grabadora
escuchamos un lamento que nos revolvió las entrañas que si te quedas allí dices
hemos vivido algo paranormal. Hay una de las salas del hospital es todavía la
escuela de la Pineda para disminuidos con gran disminución psíquica y de vez en
cuando dejan allí un berrido que si tú no estás avisado pues puedes creer que
desde el más allá te están gritando y eso es lo que unido además a la mala
leche de muchos de los vigilantes nocturnos
que decididamente no son un testimonio pues vamos a asustar a fulano que
sabemos que han entrado tratan de hacer un ruido o cualquier historia para
tener estímulos lo que ellos quieren es que huyan pero en realidad lo que
provocan es acrecentar más el mito en torno al Hospital del Tórax, entonces yo
te diría desde mi opinión, si hay algo en el hospital que sea la propia
estructura que sea definitivamente el ambiente sugestivo y el hecho que allí
hayan tenido lugar muchas películas y parte de los decorados de paredes
ensangrentadas, de pintadas sugestivas sean producto precisamente de la
filmografía y eso nos ayuda a crear nuestros propios fantasmas pero no
fantasmas reales o tal vez sí porque no sabemos si entráramos en una parcela de
la parapsicología un tanto peculiar no sabemos si el fantasma como tal reside
fuera o dentro de nuestra mente y esa es la clave que queda por conseguir”.
Hasta ahora habíamos leído que el Hospital del Tórax tenía
el record de más suicidios de la época en nuestro país, pero sin embargo Josep
Guijarro piensa que:
“Realmente no se ha
podido comprobar que el nivel de suicidios estuviera por encima de la media”,
pese a estar en “en boca de todo el
mundo”. El periodista volvió a recalcar que “no hay ningún dato que lo acredite, dato digamos con un estudio como
tal o estableciendo comparaciones con otros centros similares”.
Lo que sí que reconoció fue que allí “había habido un nivel
alto de suicidios”, pero del mismo modo añadió que “los hospitales sanitarios de la época y los preventorios de la época
cuando las limitaciones de la ciencia no llegaban a más eran prácticamente una
condena de por vida”.
Guijarro se refirió a que si los pacientes tenían un
problema de tuberculosis, “que era
infeccioso” los enfermos “quedaban
recluidos ahí” esperando a que les llegara “el momento final”, algunos de ellos “lamentablemente optaban por el suicidio”, pero “ni más ni menos que otros hospitales relacionados con ese tipo de enfermedades que
eran incurables para la época”.
Otra pregunta que nuestro compañero realizó fue si creía que
los lugares en los que había habido sufrimiento y emociones tan intensas como
pueden haber sido las vividas en un sitio como el Hospital del Tórax, si estos
emplazamientos de algún modo pueden quedar impregnados, a lo que Josep Guijarro
respondió:
“Si puede haber
lugares que queden impregnados, esa es la teoría de la parapsicología más
admitida, tiene todo su sentido y eso no quita que en el Hospital del Tórax
hayan podido darse auténticas psicofonías, yo he tenido la oportunidad de
hablar con una de las chicas que va con Miguel Ángel, que testimoniaba no solo haber captado
inclusiones psicofónicas sino también haber fotografiado y haber visto sombras.
Yo no tengo porque poner en duda ese tipo de experiencias, lo que si digo es
que en la gran mayoría de los casos porque estamos hablando de decenas sino de
centenas de personas que van o iban por
las noches al hospital a hacer sus
pruebas psíquicas pues tenían que encontrar siempre una respuesta del más allá
yo creo que aunque admitiendo que los lugares donde ha habido sucesos
importantes puedan darse fenómenos de tipo parapsicológico … si precisamente
algo se distingue de la parapsicología es porque no se puede regular cuando a
nivel empírico a nivel de experimentación pueden volver a suceder
fenómenos y ahí parece que sea
prácticamente cada hora”.
Finalmente quisimos saber si como habíamos oído y leído en
el Hospital del Tórax se habían producido rituales satánicos o de magia negra:
“Si es verdad, pero
el contexto no es tanto el Hospital del Tórax sino la zona en la que se ubica.
Matadepera a finales de los ochenta fue profanado en el cementerio, fueron
encontrados restos de rituales presuntamente satánicos, digo presuntamente
porque en realidad lo que se encontraron al final era de magia afroamericana,
lo mismo ocurrió en el cruce del Borreine
que es el que da acceso al Hospital del Tórax, se encontraron restos de un
ritual de las mismas características y en una zona colindante también. A
finales de los ochenta principios de los noventa a una maga, porque pretendía
sacrificar allí a un niño que había comprado en una trata de blancas, al que
querían sacrificar en una noche de luna llena, es decir hay verdaderamente una
estructura o había porque le he perdido el rastro una estructura, vamos a
llamarle “pseudosatánica” que está
operando en la zona y que coge puntos emblemáticos y dentro de estos puntos
emblemáticos está también el Hospital del Tórax. Es un sitio de gran psiquismo
porque aquí se han producido muertes, vamos a aprovechar la energía psíquica
para nuestro propósito pero en este caso a nivel de invocar al diablo en una
especie de aquelarre extraño, bueno eso si se da y se han encontrado restos
dentro del hospital, especialmente en la zona de la ermita y en la novena
planta del hospital, aunque algunas son simples velas, ya que también puedes
encontrar velas de color morado para alguna ofrenda”, afirmó Guijarro.
Tras estos testimonios de personas más ligadas al misterio
también quisimos conocer el testimonio de Sara, del blog de Forgotten and Magic
Places, totalmente ajena a los fenómenos paranormales, que se dedica a realizar
exploraciones urbanas en lugares abandonados y que también como nuestros
anteriores protagonistas tuvo la oportunidad de visitar el famoso Hospital del
Tórax.
Nueastro compañero Víctor junto a Sara de Forgotten and Magic Places |
Nuestra amiga contactó, con Miguel Ángel Segura para entrar
en el hospital y una de las cosas que la decepcionó, fue que el lugar: “Estaba un poco destrozado más que en
imágenes que había visto antes”
dijo. Nos comentó que en “algunas fotos
antiguas” que ella había visto se quedó “impactada” debido a que antes “quedaban
muebles, material…. por ejemplo cajones con biopsias y algún tipo de
historiales médicos y cuando yo fui ya no quedaba nada de eso, estaba vacío”. Por
desgracia como sabéis amigos, esto es una cosa bastante habitual en esta clase
de sitios, que los vándalos y los grafiteros, se dedican a destrozar todos
estos edificios llenos de historia, algo que tanto las personas que se dedican
al urbex como Sara, como nosotros que nos dedicamos al misterio, denunciamos
con rotundidad.
Así nos relató su visita a este inmenso sanatorio: “El lugar impresionante y más de noche, la
verdad es que fue bastante impresionante. No me producía miedo ni incomodidades,
estuve bastante a gusto. Realmente no me sentía incomoda, estaba tranquila
porque no me tenía que esconder por temas de vigilancia, sabía que estaba
segura, porque a veces en la exploración urbana es lo que ocurre que a veces te
puedes poner nerviosa, porque no sabes si va a aparecer alguien, no sabes si
vas a tener que salir corriendo”.
Cuando nuestro compañero Víctor la preguntó sobre que había
sentido estando en el sanatorio ella afirmó “no haber sentido nada raro” y añadió:
“El Hospital del
Tórax fue de los primeros lugares abandonados que visité y la verdad es que sí pensé si era verdad
todo lo que contaban, pero una vez allí no note nada extraño, estuve a gusto e
impresionada por el lugar eso sí pero no noté nada extraño, ni tampoco lo que
decían de las baterías fui preparada con un cargamento de pilas por si acaso,
pero no tuve problemas con eso.
Si Miguel Ángel me
contó cosas que habían pasado, pero realmente esa noche no ocurrió nada fuera
de lo normal. El hospital del Tórax fue uno de los lugares que me inició en la
exploración urbana”.
A
nuestros cuatro amigos, les agradecemos tremendamente, que nos hayan contado de
una manera tan buena todo lo que ellos han vivido en este lugar, pero ahora
también queremos que sepáis lo que tres de nosotros hemos vivido aquí, en el
Hospital del Tórax.
Primero
nuestro compañero Víctor Fernández Pelegrina nos contará que es lo que vivió él
en el sanatorio:
“Durante
el año 2.007 y 2.008, tuve la
oportunidad de hacer realidad tres grandes sueños, en modo de visita a unos
enclaves que desde muy pequeño siempre quise ir e investigar, Belchite, Cortijo
Jurado, y el que para mí es el lugar más inquietante de España, el Hospital del
Tórax.
Me encontraba una
tarde en mi trabajo cuando me sonó el móvil, era mi amigo Jesús, conocedor de
mi afición a los misterios, me comentó que un amigo suyo conocía una manera de
entrar en el Tórax, sin ser vistos por los atentos vigilantes, sin más dilación
quedemos ya para el siguiente viernes por la noche.
Hasta el lugar nos
desplacemos seis personas en dos coches, mi amigo Jesús, su hermano, el amigo
que conocía la manera de entrar sin ser vistos, y en otro coche iba mi
compañero de trabajo Carlos, un amigo de este, y yo.
Aparcamos los
vehículos cerca de la zona donde están los “túneles del Tórax”, y desde allí
accedimos dentro del recinto a través de un agujero en una valla, corrimos
hasta la ermita para no ser vistos por el vigilante, una vez dentro más
relajados observamos con tranquilad el interior de la ermita y pudimos observar
los supuestos rastros de rituales allí practicados, como velas, pentagramas y
extraños símbolos satánicos.
Enseguida el deseo de
entrar al hospital se hacía cada vez más fuerte en mi interior, justo cuando
salíamos de la ermita y nos encontrábamos en la famosa zona de “La Jungla”
escuchamos encima nuestro un chillido que nos heló la sangre a los seis, y nos
hizo abrazarnos como niños, no sé exactamente que produjo ese gruñido, cuando
miramos hacia arriba con las linternas solo pudimos observar un enorme pájaro
sobrevolando nuestras cabezas. Fue muy curiosa la bienvenida que nos dio el
hospital.
Tras pasar por una
zona caminando de rodillas (como en las películas) para no ser vistos por los
cuidadores del centro de enfermos de La Pineda, entramos por un acceso que daba
a una zona donde habían unas escaleras, y para no ser detectados subimos lo más
rápido posible.
Una vez dentro,
intentamos no encender mucho las linternas ni hacer demasiadas fotos con flash.
Fuimos avanzando por larguísimos pasillos, recuerdo especialmente uno que
estaba lleno de cajas e historiales médicos tirados por el suelo que me
llamaron poderosamente la atención.
Fuimos subiendo por
las plantas y encontramos una zona que se debió utilizar en alguna de las
películas que allí se rodaron, la sala era un decorado como si fuera un cuarto
de baño pintado lleno de sangre por las
paredes, la bañera, la pica, etc. Daba un aspecto muy grotesco.
Al ir caminado por
uno de los pasillos observamos una habitación bastante grande, que se
encontraba llena de taquillas con las puertas abiertas, había tantas taquillas
que dentro de la habitación se formaban pasillos que te daban la sensación de
estar en un oscuro laberinto, recuerdo perfectamente como al ir caminando el
ultimo, tuve la sensación de que no estábamos solos allí y de que “algo” me
seguía. Tal fue mi nerviosismo que me hizo avanzar hasta colocarme el primero y
salir de esa habitación.
Reconozco que de todo
el hospital, donde más angustiado por salir me sentí, fue allí dentro.
Seguimos avanzando
plantas hasta llegar a la que era la más especial, “La Novena Planta”; Jamás
olvidaré el momento cuando salí a los largos balcones donde sacaban a los
enfermos con sus camas a respirar el aire puro que tan bueno era para sus
pulmones, pude observar la belleza y la grandeza del lugar. Recorrí el largo
balcón y un escalofrío me atravesó el cuerpo cuando me asomé y vi la distancia
que había hasta el suelo, recuerdo que pensé ¿Qué sería lo último que pensaron
las personas que se arrojaron al vacío?
Sin más demora, nos
dispusimos a bajar lo más rápido posible por el temor a ser descubiertos por el
vigilante, suerte que uno de los que venía con nosotros, el amigo de Jesús, se
conocía bien el lugar”.
Seguidamente es te es el testimonio de otro de nuestros
compañeros, Gustavo Rodríguez, que vivió su experiencia en los alrededores del
sanatorio:
“A Los pies del impresionante sanatorio del Tórax
encontramos unas ruinas donde según nos confirmaron varios vecinos de la
localidad de Tarrasa un joven se ahorcó, decidimos hacer algunas pruebas.
Comenzamos nuestra investigación y nada más encender los aparatos sufrimos un
extraño agotamiento de las baterías que nos hizo tener que pausar la
investigación para cambiar baterías y revisar el equipo ,justo en este momento
varios componentes del grupo escucharon un fuerte golpe seguido por un extraño
lamento el cual no pudimos grabar. Continuamos nuestra investigación aquella
noche meteorológicamente hablando muy cálida y serena, cual sería nuestra
sorpresa al pasar las grabaciones al ordenador y comprobar que un extraño
sonido como de viento que no percibimos allí imposibilito el análisis posterior
de las grabaciones”.
Para acabar con nuestras vivencias
os contaré yo, Víctor H. lo que yo viví una noche en este impresionante lugar,
además contaros a todos, que esta fue mi primera investigación y la que me hizo
plenamente dedicarme a este apasionante mundo:
“Mi mayor fascinación, ha sido siempre el estudio de
la investigación paranormal, el intentar explicar que es lo que esconden todos
estos fenómenos, pero hasta el año 2006, tras varios años muy interesado en
esta temática, no decidí dar el paso y dedicarme a investigar.
Todo surgió una
cálida noche cuando me encontraba en una terraza de Barcelona, tomando una
cerveza junto a mi ex novia y sus amigos. Por alguna extraña casualidad,
comenzamos a hablar de estos temas de fantasmas etc. Uno de esos chicos con los
que estábamos mencionó que conocía un hospital abandonado, cuyo tamaño y
leyendas eran inmensos. En ese instante a mí se me ocurrió la idea de decir “¿y
por qué no vamos a verlo?” En ese momento todos se me quedaron mirando como si
hubiera anunciado alguna catástrofe, pero poco a poco las respuestas
afirmativas y las negativas se
comenzaron a entremezclar. De siete personas que estábamos ahí cuatro dijimos
que al día siguiente íbamos a ir, tres de ellas ni se plantearon la cuestión,
ya que decían que les daba miedo visitar ese lugar, el cual ya habían visto
anteriormente por fuera.
Recuerdo que esa
noche al llegar, al hostal donde estaba hospedado, no podía pensar en otra cosa
que en el Hospital del Tórax. Mis preguntas eran muchas ¿Qué me encontraría
ahí? ¿Tendría miedo? Jamás hasta ese momento había ido a un sitio así a
investigar, esta iba a ser la primera vez.
Tras conciliar
difícilmente el sueño a la mañana siguiente quedé con mi ex novia para dar un
paseo y sobre todo lo que era lo más importante comprarme una grabadora que
pudiera utilizar esa misma noche en el sanatorio, para ver si lograba captar
alguna incursión psicofónica.
Mientras estábamos
comiendo, uno de los aventureros que iba a venir conmigo esa noche llamó a mi
teléfono móvil para decirme, que él y su novia finalmente no iban a acompañarme
porque les había surgido un compromiso, al cual no podían faltar, para mí lo
que pasó realmente fue que les entró el miedo y no se atrevieron a venir,
después entendería el porqué tenían miedo…
Ya solo quedábamos
dos valientes que íbamos a adentrarnos esa noche en el Hospital del Tórax. La
cara de mi ex novia comenzaba a mostrar cierta preocupación, por ir tan solo
dos personas a este lugar. Una vez me despedí de ella sobre las siete de la
tarde, volví a darme una ducha y a estudiar mi nueva grabadora. Habíamos
quedado sobre las diez de la noche para ir. Media hora antes este chico que iba
a venir conmigo, me comentó que su coche se había estropeado y que no podría
venir conmigo ni llevarme a Tarrasa. En ese momento recuerdo perfectamente que
pensé, “es el fin, me quedaré con las ganas de ir”, pero luego volví a replanteármelo
y decidí coger el transporte público para ir al sanatorio. Tras llegar a
Tarrasa en autobús, me encontré un poco perdido, no sabía exactamente como
llegar al sanatorio. El problema de todo esto es que estuve un rato buscando
taxis, hasta que finalmente encontré uno, muy simpático que decidió acercarme
al sanatorio, e incluso me dio su número para que le llamara y viniera a
recogerme.
Durante el no muy
largo viaje desde el centro de la ciudad hasta el sanatorio estuvimos hablando
sobre el Tórax y él me llegó a decir que conocía gente que había estado ahí
dentro y que le habían pasado cosas muy raras a casi todas las personas que él
conocía que habían estado ahí dentro. No sé si su objetivo era asustarme, pero
yo lo tenía muy claro, iba a entrar y nadie me convencería de no hacerlo.
Una vez nos fuimos
acercando a la zona donde se encontraba el hospital mis ojos no creían lo que
veían ante sí, más que un hospital eso parecía una catedral. En ese momento iba
hablando con el taxista y enmudecí de repente al ver semejante complejo ante
mí. El taxista me informó de que el sitio podía estar vigilado, pero a mí en
ese momento ya todo me daba igual yo tenía que entrar.
Durante casi una hora
estuve observando el edificio para encontrar un modo de entrar, finalmente tuve
suerte y pude entrar sin ser localizado por nadie. Una vez dentro seguramente
si alguien me hubiera visto me quedé pálido al ver una cosa tan grande y tan
solitaria. No estuve a gusto en ningún momento ya que creedme amigos ese sitio
impone y mucho. Si a esto le unimos todos los ruidos de un sitio abandonado
pues impresiona aun mucho más.
Cine del Tórax (Photo found online) |
Lo que si noté que
según iba caminando por esos interminables pasillos, me fui tranquilizando al
pensar que estaba haciendo lo que realmente me gustaba, mi pasión. No sé como
terminé en una sala enorme que resultó ser el famoso cine del Tórax. Empecé a
andar por las filas de sillas y a realizar algunas pruebas, hasta que de
repente empecé a sentirme fatal y tuve que abandonar este sitio. Yo no soy una
persona sensitiva ni mucho menos, pero en ese momento tuve que irme y nada más
abandonar la sala empecé a sentirme otra vez bien. Algo curioso ¿No
creéis?
Estuve durante un par
de horas de arriba abajo realizando pruebas psicofónicas. Recuerdo
perfectamente un momento que me senté para descansar en un escalón a fumarme un
cigarro, cerré los ojos e intente imaginar este sitio cuando aún estaba en
funcionamiento.
Las sensaciones que
tuve durante me primera aventura en busca del misterio fueron de todo tipo,
hubo momentos muy tensos en los que sentía algo malo, como fue en el cine,
otros momentos en los que sentí incluso tristeza. Pero si algo fue constante
durante toda mi investigación fue la sensación de no estar solo en ningún momento, sentía como que algo me estuvo
acompañando en todo momento, e incluso me atrevería a deciros que me iba
haciendo de guía improvisado e invisible. Tenía algo pendiente, volver al cine
del que tuve que irme al no sentirme bien ahí dentro, esta vez, pude estar ahí
dentro perfectamente ¿acaso lo que hubiera malo ya se había ido? No lo sé, tras
unas cuatro horas sin parar decidí que era el momento de salir del edificio y
volver al hostal donde me estaba hospedando. Una vez fuera me percaté de que
había una ermita, que antes no había visto ya que mi obsesión era entrar en el
hospital.
Decidí hacer unas
últimas pruebas ahí dentro, cuando me fije bien esta ermita, estaba
completamente profanada por los adoradores del Maligno, pude ver distintos
símbolos satánicos y restos de misas negras. En ese momento un escalofrío
recorrió mi cuerpo de arriba abajo ¿qué sería?
Tras estar aquí unos
minutos llamé al taxista para que viniera a recogerme donde me había dejado y
así lo hizo. Mientras nos alejábamos del sanatorio no podía más que mirar hacia
atrás y ver como este enorme edificio cada vez se iba haciendo más pequeño, la
verdad es que fue una experiencia inolvidable y la que me motivó y ayudó a
dedicarme a esto, por lo que le estoy muy agradecido a este lugar que para mí
siempre será especial”.
Para acabar con este reportaje, os contaremos la actualidad
del Hospital del Tórax y no es otra que el lugar, ha sido completamente
remodelado y pintado, para servir como platós de televisión, lo que nos
gustaría saber, si los fenómenos que os hemos relatado en este escrito siguen
produciéndose. Del mismo modo estaríamos muy interesados en conocer, si las
personas que actualmente realizan su día a día aquí, han llegado a toparse con
lo imposible. Algún día, aunque sea muy difícil nos gustaría volver a este
inmenso sanatorio, para ver si vuelve a sorprendernos, como ha hecho hasta
ahora. Esperamos haber podido transportaros aunque sea durante un momento hasta
el Hospital del Tórax.
Hospital del Tórax ahora (Photo found online) |
Queremos agradecer a todos nuestros protagonistas, el
compromiso que han tenido con nosotros para realizar las entrevistas y que nos
hayan hecho imaginarnos como tenía que ser este lugar, cuando aún estaba
abierto.
¡Muchas gracias amigos!
¡Muchas gracias amigos!
Aquí os dejamos también algunas fotografías más que hemos
encontrado en la red y de nuestro compañero Víctor, para que podáis ver bien el sitio.
V. Pelegrina
Víctor H.S.
Experienia también de Gus
Fotos: Encontradas online
Hospital del Tórax (Photo found online) |
Hospital del Tórax (Photo found online) |
V. Pelegrina
Víctor H.S.
Experienia también de Gus
Fotos: Encontradas online
Bibliografía consultada:
Internet
“Investigación en el Hospital del
Tórax, Miguel Ángel Segura año 2010 Editorial Círculo rojo”
“Investigación en el Hospital del
Tórax 2, Miguel Ángel Segura año 2011 Editorial Círculo rojo”
“El Hospital del Tórax y sus
misterios, Miguel Ángel Segura año 2012 Editorial Círculo rojo”
“Hospital del Tórax lo que nadie te ha
contado, Miguel Ángel Segura año 2013 Editorial Círculo rojo”
Fotos:
Internet
Víctor Fernández Pelegrina
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