Hace apenas siete meses que comenzamos nuestras
investigaciones en el equipo ERRANTIA, pero la primera siempre es aquella que
de algún modo se recuerda de un modo especial. En esta ocasión nuestra primera
investigación de ERRANTIA fue en el antiguo sanatorio antituberculosos de Valladolid, por lo que decidimos volver
hasta este lugar para ver si lográbamos aclarar esas preguntas que dejamos en
el aire, ¿que querrían esas voces a través de la famosa caja de los espíritus de nuestro investigador al que
llamaron hasta en cinco ocasiones?, ¿se ahogaría alguien en la piscina como nos
dijo?
Estas son solo algunas de las cuestiones que quedaron
pendientes de respuesta, pero eran muchas más, por eso decidimos retornar hasta
este lugar, que en su día tanto nos impacto, recordamos que el sanatorio abrió
sus puertas en la década de los años
treinta o cuarenta, para tratar la tuberculosis.
En su día fue uno de los
centros más modernos para tratar esta grave enfermedad. Con el surgimiento de
la estreptomicina, la tuberculosis puedo controlarse hasta el punto que este
viejo sanatorio y otros hermanos suyos dejaron de tener abiertos, ya que
suponían grandes costes, para una enfermedad que ya podía ser muy bien tratada.
En el caso que nos ocupa, este lugar cerró en 1962, para caer en el olvido,
hasta unos pocos años más tarde cuando el sanatorio fue reconvertido en un colegio para niños que
necesitaban ayuda especial.
En la década de los años ochenta, el edificio cerró
para siempre. Hoy en día el lugar ha quedado para los animales del lugar, los investigadores y
los enemigos del misterio, debido a que ha sido vandalizado por completo.
Nosotros nos desplazamos hasta aquí en una calurosa tarde
del mes de mayo, con un objetivo marcado, volver a comunicarnos con las
entidades con las que ya hablamos la primera vez que estuvimos en este lugar e
intentar conseguir que nos respondieran a todas esas preguntas que dejamos
pendientes tras nuestra primera visita.
Como es habitual en nuestras investigaciones, fuimos primero
de día, para realizar un barrido fotográfico y descartar las zonas en peor
estado del edificio. Afortunadamente, el lugar no había sido mucho más
destruido que en nuestra primera visita, algo que nos alegró tremendamente.
El sitio es tan grande, que incluso descubrimos varias zonas
que no habíamos visto en nuestra primera investigación en este gran coloso. Las
sensaciones que transmitía sin embargo eran las mismas, soledad, dolor y
agonía. Debido a esto cerré los ojos e intenté volver a meterme mentalmente en
la época en la que este lugar estuvo funcionando como un sanatorio
antituberculosos y me recorrió un escalofrío por la espalda, pensando en todos
esos pacientes que en su día estuvieron viviendo, sufriendo y en algunos casos
muriendo en este hospital.
Tras un recorrido que duró aproximadamente dos horas
volvimos hacia el coche, pensando en la noche, que ya estaba cercana. Durante
la segunda parte de la investigación no estuvimos solos, ya que nuestros amigos
Alberto y Nuria de, Misterio Estelar Valladolid nos acompañaron a dar una
segunda vuelta por este sanatorio. A ambos les estamos muy agradecidos por
habernos acompañado durante unas horas en este lugar.
Lo primero que hicimos al llegar los cuatro hasta al lugar,
fue dirigirnos a realizar algunas pruebas a la antigua capilla del sanatorio,
donde en nuestra primera visita más contacto tuvimos con la Spirit Box. En
principio en esta ocasión y con el análisis aun pendiente no obtuvimos
demasiadas respuestas, pero también os recordamos que así fue en la primera
visita y que luego, varias voces que no oímos en el lugar interactuaron con
nosotros.
También realizamos en la capilla varias pruebas psicofónicas
y tras unos primeros análisis de audio pudimos captar algunas voces
psicofónicas, que podréis escuchar en el vídeo.
Tras unas primeras
pruebas, junto a nuestros amigos de Valladolid, volvimos hacia los coches para
realizar un descanso y hacer una primera conexión con el programa de radio de
nuestro amigo Javier Belmar , Otros Mundos. Le estamos completamente
agradecidos, por darnos la oportunidad de realizar esta conexión en directo,
fue todo un placer.
Tras reponer fuerzas, nuestros investigadores volvieron al
sanatorio en busca del misterio. Las primeras pruebas que realizamos ya de
noche, las hicimos en la vieja piscina del sanatorio, donde en nuestra primera
visita habíamos contactado con Ana, posiblemente, una paciente que falleciera en este lugar y
que pudo ahogarse en la piscina, como nos dijo a través de la Spirit Box en
nuestra primera visita allá por el mes de noviembre . En todo momento estuvimos
solos en este sanatorio, con la única compañía de los animales que habitaban el
lugar.
Mientras realizamos unas pruebas psicofónicas, uno de
nuestros investigadores, creyó ver lo que era una sombra, seguidamente, tan
solo unos minutos más tarde uno de nuestros sensores de luz saltó hasta en dos
ocasiones, en el mismo punto en el que en el mes de noviembre saltó. ¿Acaso las
entidades que habitaban el lugar querían volver a hablar con nosotros?
Tras estas pruebas fuimos a realizar unas últimas pruebas en
uno de los pasillos del sanatorio, donde realmente no nos quedamos indiferentes,
ya qué tras intentar una comunicación, sin resultados aparentes, dos de
nuestros sensores de luz y uno de nuestros medidores de campos
electromagnéticos saltaron
misteriosamente hasta en tres ocasiones.
Estos hechos nos dejaron completamente perplejos, no lográbamos
dar ninguna explicación racional a esto. Pese a no querer comunicarse con
nosotros de este modo nos hicieron ver que no estábamos tan solos como nosotros
habíamos pensado.
Víctor H.S.