Los sanatorios antituberculosos son siempre un lugar, donde
los investigadores solemos encontrarnos con muchas sorpresas. Estos sitios
normalmente vieron sufrir y agonizar a muchas personas, hasta que a algunos les
llegara el momento de expirar.
En esta ocasión, parte de nuestro equipo decidió desplazarse
hasta uno de los sanatorios antituberculosos más míticos de nuestro país, el
antiguo sanatorio antituberculosos de Sierra Espuña, en la Comunidad Autónoma
de Murcia, acompañados de nuestro amigo J.A..
Sobre este lugar existen numerosas leyendas, tanto de apariciones como
de distintos fenómenos paranormales, como ruidos, gritos e incluso algunos
aseguran que han sido agredidos por entidades del más allá. Debido a todo esto,
nosotros decidimos desplazarnos hasta tierras murcianas para ver si todo esto
era real o tan solo se trataba de viejos cuentos, para asustar a los más
impresionables.
Antes de adentrarnos en nuestra investigación y como suele
ser habitual en nuestras crónicas, vamos a conocer un poco la historia de este
antiguo hospital.
Situado en plena Sierra Espuña y rodeado de pinos, este
centro sanitario abrió sus puertas en el año
1917, aunque el sanatorio no terminó de construirse hasta 1934, ya que
fue construido principalmente por los vecinos de la zona.
El edificio constaba de un edificio de dos pisos y un
sótano. Poco a poco y según iba habiendo dinero se fueron construyendo más
partes, como un depósito de cadáveres o varios velatorios, donde los que
tuvieron la mala suerte de morir a causa de esta letal enfermedad eran
despedidos por sus familiares y amigos. Algunos de estos enfermos que
fallecieron aquí, no quisieron abandonar el lugar…
Desconocemos el número exacto de pacientes que estuvieron
aquí ingresados, lo que si que sabemos es que el sanatorio estuvo preparado
para albergar a la vez a unos doscientos pacientes. Pese a que hemos intentado
encontrar también un número exacto de defunciones, no hemos podido saber
cuantas personas perdieron aquí la vida.
El hospital estuvo en funcionamiento hasta la primera parte
de la década de los años 60, cuando gracias a los descubrimientos médicos y
sobre todo a la estreptomicina, este lugar dejo de tener sentido y fue
clausurado. Como le ha pasado a otros sanatorios de los que ya os hemos hablado,
tras unos años de abandono, las autoridades de la época lograron encontrarle
otro uso a este gigantesco edificio.
En los años 80 el gobierno de Murcia, decidió reabrir una
parte del antiguo sanatorio como albergue juvenil, pero este proyecto jamás tuvo
el éxito deseado y junto a los altos costes, que suponía su mantenimiento,
provocaron su cierre definitivo en el año 1995.
En un principio y por si a alguien se le ocurría reabrirlo
otra vez el sitio fue vigilado, para evitar la vandalización. La seguridad
privada supuso un coste muy elevado, por lo que tan solo unos pocos años más
tarde, se decidió prescindir de ella.
En la actualidad, el antiguo sanatorio se encuentra en un
lamentable estado, debido al paso de los grafiteros y los ladrones de material.
Jamás pensarías que esto en su día fue un hospital, sino te lo contaran. Una
pena que este lugar haya sido completamente destrozado.
Nosotros decidimos desplazarnos hasta aquí en un caluroso
día de verano. El hermoso paisaje y la fauna del lugar nos embriagó desde el
primer instante. Era inimaginable que un lugar sobre el que se contaban cosas
tan “oscuras”, pudiera estar en este entorno tan increíble, como si fuera un
punto negro.
Como es habitual en nuestras investigaciones, nos
desplazamos hasta el sanatorio aun de día, para poder ver qué zonas estaban en
peor estado y así evitarlas por la noche. Una vez realizamos un barrido
fotográfico de los exteriores, nos metimos dentro para hacer lo propio. Nuestra
sorpresa fue mayúscula cuando vimos que en muchas partes, se habían llevado
hasta el suelo, dejando de lado las baldosas que se hubieran destrozado al
despegarlas.
Durante nuestro barrido fotográfico pudimos observar una
silueta muy extraña, en una de las fotografías, a la que nosotros no hemos
conseguido darle ninguna explicación racional. Si alguien pudiera dársela se lo
agradeceríamos absolutamente, o quién sabe si quizás no la tiene, al menos para
nosotros de momento se trata de la mejor foto realizada en uno de estos lugares
y pese a haberla observado muchas veces, seguimos igual de impresionados que la
primera vez que la vimos.
Punto con silueta |
Punto sin silueta |
Tras la fotografía, todo hacia augurarnos una gran noche de
investigación, de esas que todos los investigadores del misterio deseamos
tener. Tras unas cortas pruebas por la tarde en las que obtuvimos alguna voz
extraña, que podréis escuchar en el vídeo que haremos próximamente.
Tras todo esto era hora de irse del lugar para reponer
fuerzas y esperar a que cayera la noche, que esperábamos con ansiedad. Tras
unas horas de descanso y planificación de la investigación nocturna, tocaba
volver a subir a este lugar, con la misma ilusión que tiene un niño, en la
noche de Reyes. Estábamos impacientes con lo que este lugar nos pudiera
regalar, después de lo visto por la tarde.
Comenzamos la noche realizando unas sesiones psicofónicas en
el sótano del sanatorio, con algunos resultados psicofónicos. Si de día el
sanatorio nos había impresionado, de noche, aun más y sobre todo el simple
hecho de pensar que hace unos años muchos pacientes se debatían dentro de estas
solitarias y abandonadas estancias,
entre la vida y la muerte, en su lucha contra la tuberculosis, hacía que
el sanatorio impactara aun más.
Tras realizar varias pruebas en el sótano decidimos subir
hasta uno de los puntos más calientes del lugar en la última planta, donde se encontraba una
escalera de caracol en la que habíamos captado registros psicofónicos por la
tarde.
Una vez llegamos aquí decidimos sacar la Spirit Box para ver
si lográbamos una comunicación más directa con las energías que pudieran
habitar este antiguo y solitario sanatorio. Uno de los primeros mensajes que
escuchamos a través de la caja fantasma, heló nuestra sangre ya que llamó a
nuestro investigador “hijo de puta”.
No sabemos a qué se pudo deber esto, acaso, lo que estuviera aquí no quería
hablar con nosotros? Otro de los detalles que nos llamó la atención de esta
sesión fue que sabían nuestros nombres, debido a que en varias ocasiones nos
llamó a través de la Spirit Box.
Tras varios minutos, sin recibir respuestas decidimos
realizar varias pruebas psicofónicas en la segunda planta del hospital, en las
que obtuvimos algún que otro resultado positivo.
Bien avanzada la madrugada y a punto de salir el sol para
terminar con las tinieblas que invadían el lugar, decidimos realizar unas
últimas pruebas en la primera planta del sanatorio, donde algunos habían
atestiguado haber visto una dama blanca. Este se convirtió en nuestro objetivo
final, ver a la dama de blanco, pero por desgracia no tuvimos la suerte de
verla ni de captarla.
Con los primeros rayos del sol saliendo por el horizonte,
decidimos poner punto final a nuestra investigación, pero como es habitual en
muchos de los lugares que vamos, con la firme promesa de volver. ¿Veremos a la
dama de blanco? Eso no depende de nosotros, si ella quiere se nos aparecerá .
Víctor H.S.
Víctor H.S.
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