Errantia por el mundo abre sus puertas de nuevo para conocer
otro de los lugares más encantados de los Estados Unidos. En nuestro último
viaje os descubrimos un sitio bastante inquietante, Bobby Mackey´s . Hoy vamos
a coger nuestra mochila para desplazarnos hasta el estado de Illinois donde
vamos a descubriros otro sitio no menos inquietante que el anterior.
Este no por sus leyendas oscuras, sino por el dolor y el
sufrimiento que sus moradores tuvieron que padecer entre sus paredes. El
concepto que todos tenemos de hospital, es el del sitio donde las personas
enfermas van a sanar y no a ser torturados y a sufrir más de lo que ya estaban
haciéndolo. Este lugar se convirtió casi en una especie de cárcel, donde sus
pacientes eran encerrados en grandes habitaciones, en las que había muchos más
pacientes de los que debería haber.
Se trata del antiguo hospital psiquiátrico de Manteno State
Hospital, donde sus pacientes sufrieron toda clase de torturas inhumanas para
encontrar una cura a su locura, en pos de la medicina. Los enfermos fueron
tratados como cobayas humanas, para no llegar a ningún fin. Lo que más hicieron
fue sufrir y estoy seguro de que cada día deseaban morir para acabar con ese
tormento que tuvieron que vivir en sus propias carnes. Algunos que estuvieron
presentes en este lugar aseguraron que los gritos eran constantes y
aterradores, mientras se les realizaban estas pruebas sin ni siquiera ser
anestesiados. Para tapar estos gritos y que no se escucharan, solían poner
durante todo el día música a todo volumen.
Empecemos por el principio, el Manteno State Hospital fue
construido en 1929, para un año después recibir a sus primeros pacientes, todos
ellos hombres.
Manteno State Hospital (Photo found online) |
Debido a los problemas económicos surgidos a raíz de la
Segunda Guerra Mundial, los dueños del centro sanitario empezaron a aceptar a
enfermos de tuberculosis, por lo que os podéis imaginar fue un auténtico caos.
Tan desastrosas fueron las condiciones en las que estaban los pacientes que se
produjo un brote de fiebre tifoidea que no se pudo controlar durante cinco
largos meses. Se calcula que en este tiempo murieron unas 60 o 70 personas,
debido a estas fiebres.
Tras el final de la guerra, el Manteno State Hospital
comenzó a recibir muchísimos más pacientes, llegando a ser más de 6000
pacientes, atendidos únicamente por doscientas personas del personal sanitario.
Diariamente se servían más de 10500 raciones de comida.
Uno de los datos más escalofriantes fue que en 1941 murieron
462 personas, debido a los experimentos a los que eran sometidos. Dichos
experimentos está demostrado que fueron muchas veces sin el consentimiento de
los pacientes. Podemos decir que los responsables de estas atrocidades se
aprovecharon de la falta de cordura de los enfermos.
Hubo muchas leyendas entorno a este lugar, tales como que
los responsables del centro sanitario autorizaron a médicos militares a realizar
pruebas de carácter experimental. Estas supuestas pruebas, consistían en
inyectarles distintas enfermedades a los pobres enfermos para encontrar
remedios a varias enfermedades como la tuberculosis o la malaria.
Igualmente, se decía
que los pacientes atacaban a las enfermeras, para evitar que siguieran
torturándoles con infinitas pruebas inhumanas. Todo esto no está cien por cien
demostrado, ya que, fueron rumores que urgieron en la época. Un ex empleado
reveló una historia que decía que un agricultor que tenía campos de maíz que
bordeaban el hospital se vio obligado a vender sus tierras debido a que podía
encontrar los cadáveres de los pacientes que habían tenido la suerte de escapar
de este hospital de la muerte.
En 1954 Manteno State Hospital, alcanzó su mayor registro de
pacientes, 8195 infelices que no sabían que ahí jamás encontrarían la llave de
su cordura. En este momento el personal sanitario se tuvo que incrementar, pero
no como debería haber sido, ya que en este año el hospital contaba con 450
trabajadores para atender a más de 8000 pacientes. A partir de finales de los
cincuenta principios de los sesenta, el estado de Illinois no pudo continuar pagando los
elevados costes que suponía este sitio por lo que muchos de sus pacientes
fueron trasladados a otros centros sanitarios, o lo que es lo mismo liberados
de sus sufrimiento.
Todo esto continuó disminuyendo progresivamente hasta 1983,
cuando el gobierno de la época decidió clausurar este hospital, que para muchos
fue una estancia en el infierno.
Todas estas historias no han hecho más que incrementar las
historias sobre fenómenos paranormales, que muchos han vivido ahí. Ha habido
todo tipo de fenomenología paranormal desde extraños gritos sin que hubiera
nadie hasta apariciones de enfermos que no logran encontrar la paz. Otros
aseguran haber oído la música que ponían para pasar desapercibidos los
agonizantes gritos de los pacientes. Muchos han creído sentir angustia y dolor
cuando paseaban por sus abandonados pasillos.
La verdad es que se trata de un sitio muy inquietante. Hoy
en día creo que no podemos imaginar todo lo que se tuvo que vivir allí durante
décadas, ya que seguramente todo lo que pensemos se quedará corto…
Víctor H.S.
Víctor H.S.
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