El Castillo de las traiciones, Leap Castle

Hace unos días conocimos el Castillo de los Suspiros, hoy en Errantia por el mundo vamos a volver a  realizar un viaje al pasado y nos vamos a transportar  de nuevo a una época de castillos y caballeros. Una época en la que el honor y el valor estaban por encima de todo. Vamos a viajar a un país increíble, lleno de mitos y leyendas. Hoy nos transportamos hasta Irlanda, para conocer su castillo más encantado, Leap Castle.

Se trata de un lugar donde hubo numerosas traiciones, asesinatos y mutilaciones. La torre de este inmenso castillo, se cree que fue construida en el año 1250. El resto de la fortaleza se piensa que fue construida  por la familia O´ Bannon, alrededor del año 1514. Hay pruebas que demuestran que el castillo se construyó sobre un sitio de poder en el que los druidas celtas realizaban numerosos sacrificios y ceremonias paganas. Como muchos castillos está rodeado de leyendas e historias curiosas,  Una de estas leyendas cuenta que los O´Bannon eran dos hermanos que se enfrentaron en un concurso, que consistía en saltar desde las rocas que rodeaban el castillo y el que sobreviviera podría quedarse en el castillo.

Leap Castle (Photo found online)

Los O´Bannon no eran el clan principal del territorio y debían pleitesía a los O´ Carrol, un clan extremadamente feroz, brutal y  violento. Estos no tuvieron ningún problema para derrotar y acabar con los O´Bannon y así apoderarse del castillo.

Ya en el siglo XVI los O´ Carrol, que habían permanecido en el castillo desde el siglo XV, fueron sitiados por el conde de Kildare hasta en dos ocasiones, sin conseguir este su objetivo de dominar el castillo. En el último de sus asedios se propuso derruir el castillo, derribando parte de la parte sur  que después sería reconstruida.

Los O´ Carrol comenzaron a tener disputas entre ellos ya que, cada uno de los dos hermanos quería convertirse en el  jefe del clan O´ Carrol. Uno de los dos hermanos era sacerdote y fue asesinado por su hermano mientras daba misa. Este en medio de la ceremonia atravesó al religioso con su espada. Esta iglesia dentro del castillo, pasó a conocerse como la “Capilla sangrienta” y uno de los lugares donde más testigos han asegurado haberse topado con el espíritu del sacerdote asesinado por su hermano.

 En la parte noreste de la capilla se encuentra una pequeña mazmorra, donde algunos aseguran haberse topado con distintos espíritus. En esta mazmorra los, presos eran lanzados por un pequeño agujero, abandonados y olvidados, ya que, jamás uno llegó a salir de este calabozo. Este se lugar se cree que está encantado debido a que, según cuentan las leyendas los O´ Carrol solían invitar a mercenarios de clanes enemigos para enseñarles técnicas de combate e igualmente ayudarles a conquistar a los demás clanes. Cuando celebraban las victorias sobre sus enemigos, estos mercenarios eran envenenados y degollados por los residentes del castillo. Sus cuerpos muertos o moribundos eran lanzados a esta mazmorra, donde los pocos que sobrevivían terminarían de perder la vida. Muchos creen por eso oír numerosos lamentos y gritos provenientes del calabozo.

Tras la desaparición de los últimos O´ Carrols, los Darbys, otra familia noble de la época, se hicieron con la propiedad del castillo en el siglo XVII. Cuando se propusieron limpiar esta mazmorra encontraron los esqueletos de todos los que  aquí habían muerto. El más famoso de estos fantasmas es el del “Elemental”, el cual nadie sabe con exactitud de quién se trata, unos creen que es el espíritu del último O´ Carrol, mientras que otros piensan que pudo tratarse de un espíritu invocado por los druidas celtas, para proteger lo sagrado del lugar, antes de que se construyera el castillo. La teoría menos extendida es la que cuenta que pueda tratarse del conde de Kildare que pudo llegar a haber sido apresado durante los asedios. Algunos miembros de los Darbys relataron en distintos escritos las apariciones del “Elemental”. Los Darbys lo describían como un ser terrible, casi demoníaco. Según los escritos en sus diarios afirmaban que este ser era del tamaño de una oveja, demacrado y con las cuencas de los ojos vacías. Incluso llegaron a decir que cada vez que el  “Elemental” se iba a aparecer el olor de la habitación donde se aparecía se volvía completamente nauseabundo y putrefacto.

Algunas personas de la época pensaban que Mildred la esposa de Jonathon  Darby, dueño del castillo creo al “Elemental”. Se sabía que ella era una apasionada ocultista que era aficionada a realizar distintos ritos de magia negra y de espiritismo. Esta teoría puede ser la más acertada de todas.

Los Darby también relataron distintas apariciones como las de una dama vestida de rojo o la de un sacerdote fantasmal. Los Darby permanecieron en Leap Castle hasta 1922, cuando debido a la guerra civil en Irlanda, el casillo fue arrasado por las llamas. Durante las tareas de limpieza, los operarios llegaron a sacar tres carretillas de restos humanos, procedentes de la mazmorra de la que ya hemos hablado.

El castillo ha permanecido abandonado hasta el año 1991, cuando el actual dueño compró la propiedad para instalar su hogar. Este siempre ha afirmado no sentirse amenazado por los fantasmas que habitan en su casa e incluso ha añadido dos fantasmas más que él o su familia han podido ver. Estos dos nuevos entes son los de dos niñas pequeñas del siglo XVII. Según se cree una pudo morir de una enfermedad, mientras que la otra se piensa que pudo caerse y matarse mientras jugaba en la torre sudeste. Ambos fantasmas a veces van acompañados del espíritu de una señora, la cual es conocida como la gobernadora.  Los propietarios han afirmado muchas veces haber escuchado extraños ruidos y gritos por la noche que atribuyen a una de estas niñas fantasma.

Son muchos los testigos que aquí han afirmado haber escuchado y visto cosas que no eran normales en absoluto. Estamos seguros de que esta no será la última vez que os hablemos de Leap Castle , ya que se trata de un sitio bastante misterioso que estamos seguros que nos deparará muchísimas más sorpresas.

                                                                                                                                                 Víctor H.S.