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Equipo de investigación de fenómenos paranormales. Somos un grupo de personas serias y responsables que pretende no sólo demostrar la existencia de otras realidades paralelas a la nuestra y la vida más allá de la muerte, sino también el ofrecer ayuda desinteresada a aquellas personas que estén sufriendo molestias en sus hogares, lugares de trabajo, etc. por la presencia de entes negativos. Contamos con una ámplia experiencia de campo en multitud de localizaciones y emplazamientos por toda la geografía española. Disponemos de un variado y nutrido equipamiento técnico de calidad que ponemos enteramente a su disposición. No dude en contactar con nosotros enviando un correo a errantiainvesparanormal@gmail.com, le ayudaremos.

jueves, 27 de febrero de 2014

La luz de los espíritus, el faro de San Agustín


Errantia por el mundo, abre en esta ocasión su particular atlas, para trasladaros a otro lugar, donde lo imposible se hace posible. Hasta ahora solo os hemos hablado de los típicos lugares donde los fenómenos paranormales, son muy fáciles de encontrar. Estos sitios suelen ser viejos hospitales, antiguas mansiones o antiguos hoteles. En esta ocasión vamos a dar un pequeño paso más y nos vamos a trasladar hasta un faro, si habéis oído bien, en estos lugares también el misterio y lo paranormal pueden hacerse presentes.
Nuestro protagonista de hoy es el faro de San Agustín, situado en la soleada Florida, más concretamente en la Isla Anastasia  a unos 340 kilómetros de la capital Tallahassee en Estados Unidos.
El actual faro no fue el primero en ser construido, sino el segundo. Tampoco ha sido siempre un faro, cuando los españoles llegaron hasta Florida en el siglo XVI, construyeron una torre de vigilancia que fue arrasada por los piratas durante la época de oro de la piratería entre finales del siglo XVII y mediados del siglo XVIII. Una  vez destruida la torre, las autoridades españolas decidieron reconstruirla como un faro en 1737 hecho de roca coquina. 
Este faro logró soportar el paso de los años hasta 1880, cuando cayó dentro del mar por el paso del tiempo y el deterioro de la roca. No fue hasta 1884, ya en pertenencia inglesa, cuando se construyó el actual faro, esta vez con material mucho más duradero y resistente.
Faro de San Agustín (Photo found online)
Durante la Segunda Guerra Mundial este viejo faro, sirvió como torre de vigilancia para evitar posibles incursiones enemigas mediante submarinos. En 1955 el faro fue automatizado y en 1994, pasó a ser un museo, aunque nunca ha dejado de alumbrar a los barcos en las oscuras noches. Desde que hay registros han vivido tres fareros en el lugar, pero sin ninguna duda el más famoso de ellos fue Joseph Andreu que trabajó en este lugar durante más de treinta años y que murió al caerse mientras pintaba el faro. Su sucesor, un inmigrante danés Peter Rasmussen, quien también pasó allí muchos años también ha sido visto en el lugar haciendo lo que más le gustaba fumar puros mientras trabajaba. Algunos trabajadores del actual museo han asegurado haber olido humo de puro a altas horas de la madrugada, al igual que haber visto seguidamente huellas realizadas con botas de pesca en la moqueta del suelo. ¿Acaso es que ambos amaban tanto el lugar que sus espíritus se han quedado aquí para vigilar durante la eternidad el faro?
Sin embargo, la historia más triste es la que protagonizaron dos hermanas en 1873, cuando acompañaban a su padre, un reputado arquitecto que fue hasta el lugar para proyectar algún reforzamiento para la torre que finalmente caería en 1880, como hemos dicho.
Las dos niñas de 13 y 15 años respectivamente decidieron hacer una travesura que finalmente fue fatal. Las chicas cogieron un carro con el que los operarios se dedicaban a transportar material desde una bahía cercana hasta el faro, sufriendo un terrible accidente que las costó la vida.
Ambas niñas son los fantasmas más vistos del faro. A la mayor de las dos incluso se la ha llegado a ver con el vestido con el que murió aquel fatídico día. Muchas han escuchado a dos niñas jugando y riendo y cuando se acercaban al lugar, pensando que podía tratarse de intrusos no había absolutamente nadie. Otros sin embargo las han visto asustadas y llamando a su padre, al cual jamás volverían a abrazar.
Los espíritus menos recurrentes de este sitio son trece piratas, que según cuenta la leyenda fueron quemados vivos detrás del faro por los españoles, cuando estos ocupaban el faro. La verdad es que si lo pensamos bien esta historia no tendría anda de descabellado, debido que en la época colonial española, Florida estaba llena de piratas.
Nuestro último fantasma de este artículo es el de una mujer que nadie sabe de dónde,  puede salir, que en forma de espectro va pidiendo ayuda. Algunos piensan que puede tratarse del espíritu de una prostituta que pudo ser violada y asesinada en el lugar.

                                                                                                                                                     Víctor H.S.

    

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